La actividad comercial internacional debe ser entendida y gestionada con una nueva mentalidad, surgida de la constante adaptación al cambio, el profundo análisis de los factores que inciden en el proceso y la aplicación del pensamiento estratégico a la toma de decisiones.
domingo, 10 de julio de 2011
Como aprovechar la globalización: Israel, un ejemplo de milagro económico
"En el actual contexto global de los negocios la libertad de los mercados constituye la cláve para el crecimiento y la generación de riqueza de las naciones"
Dos mentalidades económicas: estatismo vs. liberalismo
El economista Milton Friedman resumió sus impresiones acerca de su primera visita a Israel en 1962 contraponiendo las dos tradiciones enfrentadas que coexistían en el país. Por un lado, una tradición moderna de confianza en el gobierno paternalista y rechazo del libre mercado. Y por otro, una tradición antigua surgida por las necesidades de la Diáspora y caracterizada por la responsabilidad individual y la cooperación voluntaria; la habilidad de sortear los controles gubernamentales y usar el ingenio judío para aprovechar oportunidades de negocio.
Desde la segunda mitad de la década de 1980, momento en que comenzó una importante oleada de privatizaciones, la segunda tradición parece haber dominado la política económica del gobierno israelí, abandonando años de políticas intervencionistas. Las políticas pro-mercado implementadas por Benjamin Netanyahu como ministro de Finanzas en 2003, tras una recesión de dos años, encajan en esta línea.
Estas políticas fueron los primeros pasos del objetivo declarado de convertir a Israel en el Hong-Kong del Oriente Medio por su excepcional libertad económica y prosperidad.
Los primeros pasos consiguieron liberalizar la economía, reducir la regulación y la intervención estatal, además de revertir una peligrosa tendencia hacia la quiebra del Estado. Según el think-tank Jerusalem Institute for Market Studies (JIMS) , "las reformas de Netanyahu no sólo salvaron a la economía de Israel de la insolvencia, sino que también la pusieron en el camino hacia el crecimiento sostenido". Desde 2003 a 2009, el PIB creció a una media anual del 4%.
Los analistas coinciden en señalar el carácter emprendedor e innovador de la economía israelí y su buen aprovechamiento de las oportunidades que genera la globalización.
Para el emprendedor Martin Varsavsky, la clave del éxito reside en "el espíritu emprendedor del pueblo israelí y el apoyo del gobierno que entiende y promueve este espíritu".
Según el JIMS, el hecho de que estén representadas alrededor de 70 nacionalidades en el país y de que la mayoría de los israelíes sean inmigrantes o nacidos de inmigrantes les hace más dinámicos, innovadores e inclinados a abrir negocios y arriesgarse. "Cada grupo de inmigrantes trae con ellos un conocimiento especial que luego convierten en una oportunidad económica".
Otros expertos apuntan a factores culturales que favorecen la toma de riesgos y la perspicacia empresarial, debidos a la peculiar historia del pueblo de Israel o a la experiencia del ejército por la que casi todos los jóvenes tienen que pasar.
'Doing business'
La estabilidad y adecuación de las reglas del juego (marco institucional favorable a las actividades productivas) son otro factor que juega a favor del dinamismo del sector privado de Israel.
Así, en el indicador Doing Business del Banco Mundial –que clasifica 183 países según su mayor o menor facilidad para hacer negocios-, Israel está en el lugar 29 de 183 países, muy próxima de Suiza u Holanda (España, por ejemplo, se sitúa en el lugar 49).
Como ya relató el gerente de Ex -Sight Elazar las trabas burocráticas y administrativas a los emprendedores e innovadores en Israel son ridículas en comparación con otras naciones, incluso más avanzadas.
Y lo que es más, desde las autoridades públicas se trata de mimar a los emprendedores con gestos inusuales en otras partes del mundo.
Recientemente el gobernador del Banco Central de Israel, Stanley Fischer –reputado académico y anterior alto cargo del FMI-, fue a hablar a un evento de pequeños emprendedores israelíes (juntados en un garaje destartalado) donde les agradeció por su labor y esfuerzo a la hora de generar riqueza, innovación y empleo.
Por todas estas razones, Israel es uno de los centros de innovación más importantes en el mundo.
Los datos no dejan lugar a la duda: Israel, con sólo 7 millones y medio de habitantes, tiene más start-ups (compañías de reciente creación con gran potencial de crecimiento normalmente vinculadas a sectores de alta tecnología) cotizadas en el índice bursátil tecnológico Nasdaq que todos los países europeos juntos. No en vano, el libro reciente más conocido sobre la economía israelí se titula Start-up Nation: The Story of Israel’s Economic Miracle (Una nación de start-ups: La historia del milagro económico de Israel). Además, su industria de capital riesgo (venture capital) es una de las más importantes del mundo.
La recesión
Desde el punto de vista de la coyuntura de corto plazo, las cosas parecen marchar realmente bien, al no haber sufrido una recesión tan profunda como la que ha afectado a otros países.
De hecho, el Banco de Israel fue el primer banco central del mundo desarrollado que subió los tipos de interés al advertir signos de recuperación económica.
Según datos del Fondo Monetario Internacional, la economía de Israel creció por encima del 4’5% en 2010, y se estima que crezca en 2011 y 2012 por encima del 3’5% . Asimismo, su tasa de desempleo permanece considerablemente baja, tan solo el 5’8% en el último mes de Junio de 2011, mientras que el pasado año era del 6,7%. No obstante, en la economía israelí persisten problemas y amenazas que no deben olvidarse
Fuente: Libre Mercado
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario