domingo, 16 de septiembre de 2012

Negocios en entornos globales: Idiomas diferentes, mundos y significados diferentes


"El lenguaje condiciona el pensamiento."

Negocios en entornos globales: Idiomas diferentes, mundos y significados diferentes

La lengua de los zulúes incluye 39 palabras para “verde”. Cuando uno investiga cómo lograron construir 39 conceptos de una sola palabra para “verde”, descubre que en realidad así lo necesitaron. En los días en los que el automóvil y las carreteras no existían para transportarse, los zulúes con frecuencia realizaban largas caminatas a lo largo de los pastizales de la sabana.

Tampoco existían letreros o mapas, por lo que los largos viajes tenían que ser descritos por quienes habían recorrido los caminos con anterioridad. El idioma se adaptó a los requerimientos de sus hablantes y a los desafíos de supervivencia que enfrentaron.

Los idiomas que hablamos nos proporcionan las palabras y los conceptos para describir el mundo que nos rodea, lo cual nos permite verbalizar ciertos valores con facilidad. La palabra inglesa “privacy” y la palabra china “guanxi” tienen significados claros y fuertes en sus respectivos idiomas, pero no necesariamente se encuentran en otros idiomas.

Incluso dentro de un mismo idioma, ciertos términos solo pueden ser usados por ciertos grupos y esta jerga o dialecto puede reflejar rápidamente lo que el grupo valora. La palabra “deadline” esconde un significado mucho más profundo sobre la importancia atribuida en Estados Unidos a un plazo determinado y no dispone de una traducción literal al español, ya que muy pocos hablantes del español llamarían “línea de la muerte” a una fecha de entrega o finalización de un proyecto.

Muchos lingüistas se adhieren a la hipótesis del antropólogo Benjamin Lee Whorf, quién afirma que el lenguaje que hablamos condiciona nuestro pensamiento. En otras palabras, los alemanes y los japoneses se comportan de cierta manera porque su forma de razonar está gobernada por el lenguaje en que piensan. Un argentino y un ruso ven el mundo de manera diferente porque una cosa es pensar en español y otra en ruso.

Los ingleses, los chinos y los mexicanos podrán compartir una experiencia en común, pero esas las percepciones de dicha experiencia deben ser organizadas por la mente. Y la mente lo hace en gran medida a través del idioma. Por lo tanto, los tres individuos terminarán experimentando 3 cosas diferentes.

Por otra parte, los idiomas tienen estructuras diversas que pueden reforzar y contribuir con nuestra visión del mundo y creencias culturales. Un monólogo en español será práctico, emocional y generoso. La riqueza del vocabulario español y la gran cantidad de afectividad y diminutivos, nos permite comunicarnos de una manera cálida y humana.

Esto se contrapone claramente con el alemán por ejemplo, un idioma estrictamente disciplinado, sin “sinsentidos”. Podríamos esperar entonces que un monólogo de un alemán sería más serio que casual, concentrándose especialmente en los temas más relevantes.

A la hora de trabajar en un contexto multicultural, encontrar la palabra adecuada o la expresión correcta, puede representar un desafío espectacular. Lo que una persona extranjera nos está diciendo puede ser gramaticalmente preciso o completamente erróneo, pero estará coloreado por su propia cultura, la cual se encuentra influenciada por la rigidez de su estructura lingüística.

Pensar en dos idiomas diferentes nos suma una dimensión extra de la realidad. Lo más interesante es que mientras un idioma similar al nuestro podría expandir nuestra percepción del mundo en un 10%, un idioma primitivo totalmente diferente al nuestro, con otra lógica y serie de supuestos, podría mostrarnos cosas que ni siquiera hemos soñado en nuestras vidas!

¿Cuántos idiomas habla? ¿Cómo cambia su percepción de las cosas cuando habla y piensa en otro idioma?

Fuente: Marcelo Baduino/ Iceberg Consulting

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