domingo, 24 de abril de 2011

Hacia el nuevo modelo empresarial del Siglo XXI: Globally Integrated Enterprise



"La globalización de la economía está teniendo múltiples efectos sobre la
sociedad, el modo en el que vivimos, los hábitos de consumo de la población,el medio ambiente, las expectativas profesionales… Pero sobre todo está impactando de forma generalizada en los modelos de organización
empresarial. Nos encontramos en una fase en la que es forzoso superar el modelo de empresas multinacionales para alcanzar uno nuevo basado en la integración global y horizontal de todas las actividades empresariales.
Se trata del modelo Globally Integrated Enterprise (Empresa
Global Integrada")


En el siglo XX conocimos el nacimiento del modelo de empresa multinacional. Las multinacionales no son realmente el fruto de una dinámica de negocio, sino de las restricciones comerciales y arancelarias que se impusieron durante y después de las guerras mundiales. Para poder acceder a los mercados locales, las multinacionales crearon versiones más pequeñas de sí mismas en diversos países del mundo.

Así, los fabricantes de automóviles estadounidenses, por ejemplo, construyeron plantas de fabricación en Europa y Asia, lo que les permitió acceder aesos mercados sin tener que hacer frente a costosos aranceles.
El precio que las multinacionales han pagado por tener acceso a mercados globales es el significativo costo de las redundancias, ya que este modelo implica que en cada uno de los mercados donde opera la empresa hay un departamento comercial, un departamento de marketing, de recursos humanos, financiero e,incluso, de diseño o I+D.

En el siglo XXI estamos asistiendo al nacimiento de un nuevo paradigma en el mundo de los negocios: el de la empresa global integrada. Este tipo de organización piensa y actúa de modo diferente. Sus operaciones y su gestión no dependen de la cuestión accidental del país de origen. La paulatina desaparición de las barreras comerciales a nivel internacional permite a las empresas realizar una planificación basada en sus puntos más fuertes y no únicamente en la mejor forma de sortear obstáculos para poder realizar ventas en determinados mercados.

La diferencia entre las empresas globalmente integradas y las antiguas empresas internacionales -o las actuales multinacionales- no es únicamente una cuestión de grado. Son empresas de diferente naturaleza. Este tipo de corporaciones establecen sus operaciones y funciones en cualquier parte del mundo basándose en el adecuado equilibrio entre costes, talento disponible y entorno adecuado para los negocios.

Esas funciones se integran de forma global y horizontal, evitando tener que replicar departamentos y organizaciones idénticas en diferentes puntos geográficos. El alto grado de especialización y, sobre todo, la disponibilidad de una tecnología adecuada permiten que empresas de todos los tamaños y características se beneficien de este modo de trabajar.

La ley de la integración global

Cuando todo está interconectado, el trabajo se desplaza. Y esto se refiere tanto al trabajo realizado directamente por los ordenadores como al trabajo que realizan los profesionales.

Hoy en día, por primera vez en la historia, todo está conectado. La pregunta que toda empresa, todo Gobierno, toda entidad académica y toda comunidad debe plantearse es: ¿Qué es lo que puede provocar que el trabajo venga aquí? ¿Qué puedo hacer para conseguir relevancia en ese mercado interconectado?.

El flujo de trabajo depende, en mayor o menor medida, de tres fuerzas esenciales:los costes, el conocimiento y un entorno de trabajo interconectado.

Es evidente que una de las razones que determina el flujo de trabajo es la de los costes. Gracias a la globalización, se abren inmensas posibilidades para incrementar la eficiencia de los procesos. En un mundo en el que el trabajo fluye hacia donde se puede hacer mejor, las redundancias desaparecen al tiempo que se eliminan los cuellos de botella.

Las empresas pueden hacer frente a las demandas de sus clientes en cualquier momento y en cualquier lugar. El levantamiento de las barreras comerciales ha sido acompañado, de forma fortuita, por un cambio hacia economías basadas en los servicios. Y muchos servicios son más fáciles y baratos de distribuir que las materias primas o los productos manufacturados.

Pero los costes no son el único factor. Si fuese así, el trabajo se desplazaría únicamente hacia los países con bajos costes de mano de obra. Y no es eso lo que está sucediendo.

La globalización no es una calle de un único sentido. Ni siquiera de dos sentidos. Está comenzando a parecerse más bien a un inmenso bazar con proveedores especializados en aquellas cosas que hacen mejor y que rápidamente adquieren capacidades nuevas en un intento de hacer frente a unas necesidades de los clientes que cambian continuamente.

El segundo factor crucial es el acceso al conocimiento y a las capacidades específicas para desarrollar una actividad determinada. Es el factor 'talento'. En un mundo en el que los medios de producción y distribución están disponibles para todos, el único medio que tiene una empresa para distinguirse de las demás de forma sostenible es disponer de capacidades y talento diferenciados. Es decir, tener la mejor idea o salir al mercado con la mejor solución.

Y hay que tener en cuenta que hoy en día el talento o, dicho de otra manera, la disponibilidad de profesionales cualificados, no es una característica reservada a un puñado de países desarrollados. Hoy en día, China produce más ingenieros en un año que Europa y Estados Unidos juntos.

El tercer determinante de la integración global es la existencia de un entorno para los negocios de carácter abierto. Esa apertura se refiere tanto a la tecnología (mediante el uso de estándares) como al comercio y la actividad empresarial. Esto último depende, sobre todo del imperio de la ley, estándares contables aceptados por todos y una infraestructura estable.

Un sistema comercial abierto permite a las corporaciones integrar sus actividades con socios externos que compartan los mismos estándares a la hora de hacer negocios. Un sistema comercial abierto facilita la integración de cadenas de distribución y aprovisionamiento a través de diferentes países y territorios.

Una tecnología abierta permite profundizar en la integración y la colaboración, asociando los procesos a plataformas de trabajo compartidas.
Lo más importante de todo es que los sistemas abiertos, basados en estándares que todos conocen y pueden compartir, favorecen la colaboración a la hora de generar innovación. Lo hemos visto claramente en la historia, por ejemplo, del sistema operativo Linux, desarrollado por un gran número de programadores colaborando a través de Internet.

Las empresas que quieran beneficiarse de las oportunidades de la integración global deben decidir cuáles de esos tres factores juegan a su favor.


El caso IBM

IBM, ha optado por concentrarnos en el talento -en la inmensa capacidad de la Compañía para ofrecer y desarrollar soluciones y servicios- y en la apertura, es decir, en los estándares tecnológicos reconocidos. Su objetivo es convertir la empresa en una organización global integrada bajo estas dos premisas, sabiendo que las eficiencias inherentes a la integración global facilitan tener una organización efectiva
en costes y posibilitan ampliar las oportunidades de mercado.

IBM ya pasó por la transformación desde empresa "internacional" a empresa "multinacional".Ahora está inmersa en el proceso de convertirse en una organizaciónglobal integrada. Esta metamorfosis en un proceso difícil y delicado para cualquier empresa, y más para una Compañía de la complejidad de IBM con operaciones en 170 países.

¿Cómo iniciar la ruta hacia la integración global?

Para comenzar esta ruta, cada organización tiene que examinar profundamente su propia estructura y mostrar una decidida voluntad de cambio en muchos aspectos de la actividad de negocio, organizados en tres aspectos diferenciados: estrategia,operaciones y cultura de gestión.

Conclusión


En un mundo en que el trabajo se desplaza en busca de la mayor eficiencia
¿Qué puede hacer una empresa para asegurar que una porción de ese trabajo
le vendrá a ella? ¿Qué se puede hacer para que una economía consiga relevanciaen un mundo globalizado?

La respuesta, sin duda alguna, está en el desarrollo del talento y la especialización. Es necesario conseguir ser el mejor en algo. Y ello lleva aparejado un fuerte trabajo de introspección y análisis de los propios puntos fuertes de una empresa o de una sociedad entera.

En la economía española, es cierto, nos enfrentamos a grandes desafíos, perotambién tenemos ante nosotros inmensas oportunidades. La combinación de costes,conocimiento y talento disponible y oportunidades de mercado, junto a otros factores sociales y de clima, convierten a nuestro país en un entorno atractivo parala ubicación de centros internacionales.
todo el mundo.
La instalación de centros internacionales en un país como España no es una simple anécdota, sino el resultado de toda una combinación de elementos que conviertena nuestro país en el lugar idóneo para realizar determinado tipo de actividad en un momento dado.

Para seguir aprovechando estas oportunidades en el futuro es imprescindible
hacer una apuesta decidida por el desarrollo del talento, la formación y la innovación.

Sólo así será factible hacer frente, con éxito, a los retos que nuestras empresas y nuestra sociedad tienen por delante.

Fuente: Jaime Arrazola

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