miércoles, 16 de noviembre de 2011

Trazabilidad y geotrazabilidad: Un aporte necesario para el desarrollo sostenible


"La sostenibilidad para una sociedad, significa la existencia de condiciones económicas, ecológicas, sociales y políticas, que permitan su funcionamiento en forma armónica en el tiempo y en el espacio"

Trazabilidad y GeoTrazabilidad: Un aporte necesario para el desarrollo sostenible


El cambio climático ya está afectando a la población y a los ecosistemas, con el retroceso de los glaciares, la reemergencia de enfermedades como el dengue o la mayor frecuencia de inundaciones, pero la Argentina sigue sin estar bien preparada para enfrentarlo o para al menos minimizar el impacto que se sufrirá. Lo asegura un estudio realizado por la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN), que contó con apoyo para su elaboración de instituciones académicas: el Instituto Tecnológico de Buenos Aires, las facultades de Derecho, de Arquitectura y Urbanismo, y la Maestría de Gestión Ambiental Metropolitana, de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires.

En el informe, que puede leerse en Internet (www.farn.org.ar) se advierte el estado de situación de los principales problemas ambientales relacionados con el cambio climático. “Lo que tenemos es un diagnóstico de la situación, pero no queremos quedarnos en la queja, sino que presentamos propuestas concretas para movilizar estos problemas que nos afectan a todos y a las futuras generaciones de argentinos”, dijo al Diario Clarín, María Eugenia Di Paola, directora ejecutiva de la FARN y especialista en derecho ambiental.

En el trabajo, se subraya que si bien el Congreso (Argentino) sancionó las leyes como las de preservación de los glaciares y sus áreas cercanas y la ley de bosques, aún no se están implementando en todo el territorio nacional.

En el caso de los glaciares, que en su mayoría están en retroceso según múltiples estudios científicos, hubo demoras en la reglamentación de la norma que fue sancionada en setiembre del año pasado. Recién en marzo, el Gobierno dispuso que el Conicet inicie el relevamiento de las zonas de glaciares y periglaciares. “Pero aún no definió las zonas prioritarias donde hay actividades humanas que pueden estar afectando a los glaciares, como la minería, ni tampoco empezó con las auditorías”, comentó Di Paola.

Desde Greenpeace Argentina y más de 40 organizaciones ambientalistas se alertó el martes pasado que la empresa multinacional Barrick Gold y el gobierno de San Juan han presentado amparos judiciales para que no se aplique la ley de glaciares en esa provincia. “Se oponen a la ley para que no los auditen y no se evalúe si están dañando a los glaciares cercanos. La misma empresa ya afectó glaciares del lado chileno y fue multada”, recordó Hernán Giardini, coordinador de la campaña de Cambio Climático de Greenpeace Argentina.

En cuanto a la ley de bosques, el informe de FARN advierte que aún continúan los desmontes ilegales. La Secretaría de Ambiente de la Nación acordó días atrás con las provincias la distribución de los fondos para controlar mejor los desmontes y compensar a los titulares de bosques nativos que realicen tareas de conservación. Sin embargo, “los fondos asignados para poner en marcha la ley de bosques son menores a la cantidad que fijó la norma”, resaltó Diego Moreno, director general de Fundación Vida Silvestre Argentina.

El cumplimiento de la ley de bosques es crucial porque reducirá la deforestación, que es una de las fuentes de emisión de gases de invernadero, que conducen al cambio climático”, agregó.

Hay otros obstáculos en el cumplimiento de normas. Leyes como la de residuos industriales, la de gestión de aguas, la de residuos domiciliares y la de quema de pastizales no han sido reglamentadas, según se indica en el informe de FARN. Falta también crear más áreas protegidas para preservar la diversidad de especies y ecosistemas y fortalecer las existentes.

Con respecto a la energía –que se usa en viviendas, industrias, y transporte, entre otros rubros– aún no se vislumbra un cambio que abandone la dependencia de la quema de combustible fósil (carbón, petróleo y gas natural). “Sabemos que el Gobierno elaboró un plan energético que llega hasta el 2030 e incluye decisiones sobre la controvertida energía nuclear, pero lo mantiene oculto. No brinda acceso a la información ni da participación a la ciudadanía en el plan”, sostuvo Di Paola.

El informe revela también que falta una mayor planificación de la gestión de los ríos y sus cuencas, y que para enfrentar el colapso de la merluza en el mar argentino, se necesita planificación y transparencia del Gobierno y del sector privado.

Sostenibilidad: Una necesidad real en el siglo XXI

La sostenibilidad para una sociedad, significa la existencia de condiciones económicas, ecológicas, sociales y políticas, que permitan su funcionamiento en forma armónica en el tiempo y en el espacio.

No puede haber sostenibilidad en una sociedad cuando se están destruyendo o terminando los bienes de la naturaleza, o cuando la riqueza de un sector se logra a costa de la pobreza de otro.

Hay recursos como el agua, la pesca y el suelo fértil, pueden ser sustentables o dejar de serlo si no se cumple con este objetivo. La sostenibilidad hay que probarla, y para ello tiene que pasar una prueba de tiempo, de práctica, de apreciación social, de crítica.

La sostenibilidad puede manejarse a través de niveles de tiempo y espacio, y en muchos contextos de organización económica, social y ambiental, se puede enfocar el tema en forma global del planeta o descomponerlo en varias partes por sectores económicos, municipios, barrios, países, casas individuales.

Analicemos más en profundidad estos términos tan leídos o escuchados, Sostenibilidad o sustentabilidad? Empecemos por el principio.

Qué dice Wikipedia sobre desarrollo sostenible?

El término desarrollo sostenible, perdurable o sustentable se aplica al desarrollo socio-económico y fue formalizado por primera vez en el documento conocido como Informe Brundtland (1987), fruto de los trabajos de la Comisión Mundial de Medio Ambiente y Desarrollo de Naciones Unidas, creada en Asamblea de las Naciones Unidas en 1983.

Dicha definición se asumiría en el Principio 3.º de la Declaración de Río (1992)

“Satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de las del futuro para atender sus propias necesidades.”


El ámbito del desarrollo sostenible puede dividirse conceptualmente en tres partes: ecológico, económico y social. Se considera el aspecto social por la relación entre el bienestar social con el medio ambiente y la bonanza económica. El triple resultado es un conjunto de indicadores de desempeño de una organización en las tres áreas.

Deben satisfacerse las necesidades de la sociedad como alimentación, ropa, vivienda y trabajo, pues si la pobreza es habitual, el mundo estará encaminado a catástrofes de varios tipos, incluidas las ecológicas.

Asimismo, el desarrollo y el bienestar social, están limitados por el nivel tecnológico, los recursos del medio ambiente y la capacidad del medio ambiente para absorber los efectos de la actividad humana.

Ante esta situación, se plantea la posibilidad de mejorar la tecnología y la organización social de forma que el medio ambiente pueda recuperarse al mismo ritmo que es afectado por la actividad humana.

Ámbito de aplicación y definiciones

El concepto de desarrollo sostenible refleja una creciente conciencia acerca de la contradicción que puede darse entre desarrollo, primariamente entendido como crecimiento económico y mejoramiento del nivel material de vida, y las condiciones ecológicas y sociales para que ese desarrollo pueda perdurar en el tiempo.

Esta conciencia de los costos humanos, naturales y medioambientales del desarrollo y el progreso ha venido a modificar la actitud de despreocupación o justificación que al respecto imperó durante mucho tiempo.

La idea de un crecimiento económico sin límites y en pos del cual todo podía sacrificarse vino a ser reemplazada por una conciencia de esos límites y de la importancia de crear condiciones de largo plazo que hagan posible un bienestar para las actuales generaciones que no se haga al precio de una amenaza o deterioro de las condiciones de vida futuras de la humanidad.

El desarrollo sostenible se aceptó exclusivamente en las cuestiones ambientales. En términos más generales, las políticas de desarrollo sostenible afectan a tres áreas: económica, ambiental y social.

En apoyo a esto, varios textos de las Naciones Unidas, incluyendo el Documento Final de la cumbre mundial en el 2005, se refieren a los tres componentes del desarrollo sostenible, que son el desarrollo económico, el desarrollo social y la protección del medio ambiente, como "pilares interdependientes que se refuerzan mutuamente".


Un desarrollo económico y social respetuoso con el medio ambiente

El objetivo del desarrollo sostenible es definir proyectos viables y reconciliar los aspectos económico, social, y ambiental de las actividades humanas; "tres pilares" que deben tenerse en cuenta por parte de las comunidades, tanto empresas como personas:

-Sostenibilidad económica: Se da cuando la actividad que se mueve hacia la sostenibilidad ambiental y social es financieramente posible y rentable.

-Sostenibilidad social: Basada en el mantenimiento de la cohesión social y de su habilidad para trabajar en la prosecución de objetivos comunes. Supondría, tomando el ejemplo de una empresa, tener en cuenta las consecuencias sociales de la actividad de misma en todos los niveles: los trabajadores (condiciones de trabajo, nivel salarial, etc.), los proveedores, los clientes, las comunidades locales y la sociedad en general.

-Sostenibilidad ambiental: Compatibilidad entre la actividad considerada y la preservación de la biodiversidad y de los ecosistemas, evitando la degradación de las funciones fuente y sumidero. Incluye un análisis de los impactos derivados de la actividad considerada en términos de flujos, consumo de recursos difícil o lentamente renovables, así como en términos de generación de residuos y emisiones. Este último pilar es necesario para que los otros dos sean estables.

Justificación del desarrollo sostenible

La justificación del desarrollo sostenible proviene tanto del hecho de tener unos recursos naturales limitados (nutrientes en el suelo, agua potable, minerales, etc.), susceptibles de agotarse, como del hecho de que una creciente actividad económica sin más criterio que el económico produce, tanto a escala local como planetaria, graves problemas medioambientales que pueden llegar a ser irreversibles.

Condiciones para el desarrollo sostenible

Los límites de los recursos naturales sugieren tres reglas básicas en relación con los ritmos de desarrollo sostenible.

1. Ningún recurso renovable deberá utilizarse a un ritmo superior al de su generación.

2. Ningún contaminante deberá producirse a un ritmo superior al que pueda ser reciclado, neutralizado o absorbido por el medio ambiente.

3. Ningún recurso no renovable deberá aprovecharse a mayor velocidad de la necesaria para sustituirlo por un recurso renovable utilizado de manera sostenible.


Según algunos autores, estas tres reglas están forzosamente supeditadas a la inexistencia de un crecimiento demográfico.

El medio ambiente pasado por alto en el siglo XIX

Históricamente, la forma de pensar que dio lugar a la Revolución industrial del siglo XIX introdujo criterios esencialmente de crecimiento económico. Estos criterios se pueden encontrar en el cálculo del Producto Nacional Bruto, que se remonta a la década de 1930.

Las correcciones se hicieron en la segunda mitad del siglo XIX en el ámbito social, con la aparición de las organización sin ánimo de lucro y el sindicalismo. El término "económico y social" forma parte del vocabulario.

Pero los países desarrollados (o países del Norte) se dieron cuenta en los años 1970 que su prosperidad se basa en el uso intensivo de recursos naturales finitos, y que, por consiguiente, además de las cuestiones económicas y sociales, un tercer aspecto estaba descuidado: el medio ambiente.

Por ejemplo, la huella ecológica mundial excedió la capacidad "biológica" de la Tierra para reponerse a mediados de los años 1970.

Para algunos analistas el modelo de desarrollo industrial no es sostenible en términos medioambientales, lo que no permite un "desarrollo", que pueda durar. Los puntos críticos son el agotamiento de los recursos naturales (como las materias primas y los combustibles fósiles), la destrucción y fragmentación de los ecosistemas, la pérdida de diversidad biológica, lo que reduce la capacidad de resistencia del planeta.

El desarrollo (industrial, agrícola, urbano) genera contaminaciones inmediatas y pospuestas (por ejemplo, la lluvia ácida y los gases de efecto invernadero que contribuyen al cambio climático y a la explotación excesiva de los recursos naturales, o la deforestación de la selva tropical).

Esto provoca una pérdida inestimable de diversidad biológica en términos de extinción (y por lo tanto irreversibles) de las especies de plantas o animales. Esta evolución provoca un agotamiento de los combustibles fósiles y de las materias primas que hace inminente el pico del petróleo y acercarnos al agotamiento de muchos recursos naturales vitales.

Al problema de la viabilidad se añade un problema de equidad: los pobres son los que más sufren la crisis ecológica y climática, y se teme que el deseo legítimo de crecimiento en los países subdesarrollados hacia un estado de prosperidad similar, basado en principios equivalentes, implique una degradación aún más importante y acelerado por la biosfera.

Si todas las naciones del mundo adoptaran el modo de vida americano (que consume casi la cuarta parte de los recursos de la Tierra para el 7% de la población) se necesitarían de cinco a seis planetas como la Tierra para abastecerlas. Y si todos los habitantes del planeta vivieran con el mismo nivel de vida que la media de Francia, se necesitarían al menos tres planetas como la Tierra.

Agricultura

El planteamiento actual de la alimentación humana no es catastrofista en sí mismo, en el sentido que predecía Malthus en su Ensayo sobre el principio de la población. El desarrollo de una moderna tecnología de la alimentación, la penuria de la población no depende de la escasez de recursos, sino de la organización y distribución de estos recursos

El incremento de la producción agrícola se consigue principalmente mediante la puesta en regadío de los cultivos, el uso de fertilizantes y la agricultura intensiva. Pero cada una de esas acciones, además de beneficios, tiene sus costes:

-Puesta en regadío: El agua es un recurso limitado. Al obtener agua de acuíferos (pozos), se debe hacer de forma sostenible.

Para ello se deben conocer las reservas, cantidad y calidad susceptible de explotar en el espacio y en el tiempo, tasa de recarga, lugares hidro-geológicamente más convenientes de explotación, construcción de perforaciones, etc. y que se asegure una correcta gestión y protección del acuífero a nivel legal e institucional. Con los ríos hay que cuidar además dejar suficiente agua para no afectar la fauna y flora ribereña (el llamado caudal ecológico), amén de entrar en competencia directa con otros usos entre los que se encuentra el consumo humano.

-Abonos y fertilizantes: Aumentan la producción, pero una parte de sus sustancias se disuelve con el agua de lluvia o de riego, formando lixiviados que pueden acumularse en acuíferos y resultar por tanto contaminados (p. ej. por altas concentraciones de nitrógeno o de fosfatos, que favorecen la eutrofización). Idéntico caso es el de los plaguicidas con el agravante de haberse demostrado el uso intensivo de plaguicidas bioacumulables y no biodegradables en épocas anteriores, como en el caso del DDT, que fue utilizado con intensidad en el siglo XX como insecticida, cuyo uso se prohibió tras una campaña mundial que alegaba se acumulaba en las cadenas tróficas y ante el peligro de contaminación de los alimentos.

-Agricultura intensiva: Incrementa la producción al introducir mayor número de plantas por metro cuadrado de una especie especialmente adaptada, posibilidad que ofrecen las máquinas empleadas, pero también consume mayor cantidad de nutrientes del suelo (que se retiran con la cosecha y no vuelven al suelo), por lo que hay que programar una rotación de cultivos (diferentes cultivos consumen los nutrientes del suelo en diferentes proporciones y en diferentes estratos y pueden complementarse) y barbechos para limitar la proliferación de parásitos. También entran en juego otros factores, como preservar la variedad genética de las especies (biodiversidad) ya que no se sabe qué especies afrontarán mejor los problemas que surjan en el futuro.

Actividades productivas y de servicios

Otro ejemplo son las herramientas de implementación de desarrollo sostenible en la producción y los servicios, como puede ser el conjunto de actividades denominadas Producción Más Limpia. Dicho concepto parte del principio de sostenibilidad de las actividades humanas requeridas para suplir necesidades básicas y suplementarias (calidad de vida), incorporando elementos como mínimas emisiones, buenas prácticas de producción y operación, manejo adecuado y aprovechamiento del subproducto y el residuo, disminución en el consumo de insumos, etc.

De esta forma, se observa que el desarrollo sostenible no es por sí mismo un elemento sociológico, sino que debe formar parte de un tejido en el cual la producción, la economía, el bienestar y el ambiente juegan siempre del mismo lado. Este concepto de desarrollo sostenible, se enfoca desde el lado de la oferta ambiental, bajo la óptica de obtener rendimientos firmes.

Es decir, una productividad básica, de acuerdo a la capacidad que pueden suministrar los ecosistemas. Otra dimensión del concepto es que el contexto desde donde se enfoca el desarrollo tiende a ser diferente en los países latinoamericanos, parte de un ámbito nacional a uno global, que se asienta en interrelaciones globales y de naturaleza local.

Lo anterior conlleva a la necesidad de encontrar una nueva forma de desarrollo económico, tal vez inédita, que permita satisfacer las necesidades básicas humanas sin poner en riesgo los recursos.

Es necesario encontrar aquella "fórmula" que permita que el manejo de los recursos no sea, al final del balance, deficitario.

Si se hiciera un ejercicio de cuántos recursos naturales son requeridos por una sola persona de nivel medio alto de los países desarrollados, y si se generalizara que dichos requerimientos son uniformes para todas y cada una de las personas que integran la población del mundo, podría llegarse a la conclusión de que los recursos actuales son insuficientes.

De aquí se desprende la existencia de dos posibles caminos a seguir: o bien, limitar el desarrollo como actualmente se ha concebido o simplemente cambiar la forma como reconocemos nuestras expectativas. Tal vez una solución podría llegar a ser el emular la forma cómo actúa la naturaleza.

Saber cuáles son las necesidades básicas y legítimas del ser humano, aprender el manejo adecuado de los recursos permeado desde una política de Estado contundente y consistente, de parte de las naciones, es lo que realmente necesita el hombre para llevar a cabo en su misión. Pueden ser tres de las interrogantes más apremiantes que den luz sobre el camino que se deba seguir al respecto.

El desarrollo sustentable debe visualizar tres elementos:

- Que esté inscrito en un entorno físico al que se le denomina hábitat.

- Que esté inscrito en el tiempo y en la historia, por lo que debe permanecer.

- Y que deba inaugurar una nueva era de prosperidad sustentable, es decir, es transmisible y patrimonial.


Finalmente, todas estas ideas coinciden en que los términos sobre desarrollo sostenible y/o sustentable correspondan al hecho de satisfacer las aspiraciones de desarrollo de las personas de hoy en día, salvaguardando el derecho de las generaciones futuras a hacer lo mismo en entornos sanos y humanos. (Reunión Intergubernamental sobre los Asentamientos Humanos y el Desarrollo Sostenible, La Haya, 5 al 9 de noviembre de 1990).

Estamos frente a un tema que implica claramente la necesidad de ser atendido inmediatamente. De alta repercusión, vigente, trascendente, pertinente y con gran envergadura.

Las decisiones y acciones que del análisis actual se realicen, tendrán impacto directo en la forma como se definirá al hombre, su relación con la naturaleza y la pronta recuperación del medio ambiente en el cual estamos insertos.

Trazabilidad y GeoTrazabilidad

a. ¿Qué es Trazabilidad? Trazabilidad es el proceso de registrar toda la información correspondiente a los elementos involucrados en el historial de un producto, desde el nacimiento hasta el final de la cadena de comercialización. Se define también Trazabilidad como: “aquellos procedimientos preestablecidos y autosuficientes que permiten conocer el histórico, la ubicación y la trayectoria de un producto o lote de productos a lo largo de la cadena de suministros en un momento dado, a través de herramientas determinadas”.


En pocas palabras podemos decir que la Trazabilidad es “la capacidad de seguir un producto a lo largo de la cadena de suministros, desde su origen hasta su estado final como artículo de consumo”

Dicha Trazabilidad “consiste en asociar sistemáticamente un flujo de información a un flujo físico de mercancías, de manera que pueda relacionar en un momento dado la información requerida relativa a los lotes o grupos de productos determinados”.

b. Y la GeoTrazabilidad?

La asociación entre los sistemas de información geográfica y los estándares tradicionales de trazabilidad, se encamina a constituirse en un paradigma de control de calidad a nivel mundial. Así, por ejemplo, un consumidor podrá conocer en tiempo real los factores ambientales en los que se desarrolló el producto que llega a su mesa.

La GeoTrazabilidad es la contribución que brinda a la trazabilidad la geomática; término científico moderno que resulta de la unión de las ciencias de la Tierra y la informática, a fin de expresar una integración sistémica de técnicas y metodologías de adquisición, almacenamiento, procesamiento, análisis, presentación y distribución de información geográficamente referenciada. Con su aplicación, se logra conocer la procedencia y la calidad de origen de los productos.

La Geotrazabilidad:

- Completa la información necesaria para la trazabilidad clásica, al adicionarle información geográfica (coordenadas geográficas X-Y).

- Permite visualizar informaciones de trazabilidad de una forma intuitiva, a partir de mapas para estudiar las relaciones entre las parcelas y el medio que las rodea.

- Ayuda a medir el impacto del medio ambiente sobre las parcelas.

- Ayuda al consumidor a certificar el origen geográfico de los alimentos

- Desarrolla una metodología estructurada de muestras –de utilización y de explotación de datos geo-referenciados— para producir indicadores de producción transferibles hacia las cadenas animales.

- Información exacta, en tiempo real, y transfronteriza (no hace falta tener la misma lengua para comprender el mapa).

- Tiene como objetivo promover la calidad de origen del producto, valorizar las prácticas agrícolas y mejorar los productos orientados a su calidad y seguridad.


En especial, gracias a la GeoTrazabilidad se puede conocer la procedencia de los productos importados. En ese sentido, la tecnología permite rastrear tanto el predio en los que fueron cultivados hasta los factores ambientales involucrados en los procesos agrícolas.


En un futuro cercano, de hecho ya se realiza con algunos productos, con sólo ingresar un código en su computadora o móvil, los consumidores finales podrán saber hasta el lugar de origen del alimento fresco que consumen, cómo fue elaborado, e incluso cerciorarse de que no proviene de una zona contaminada. Además, podrán asegurarse de que los sistemas productivos involucrados se encuentran bajo estrictas normas ambientales.


Según los expertos, esto será posible en la medida en que los Sistemas de Información Geográfica y la Trazabilidad logren combinarse en un solo paradigma de control, en beneficio de una alimentación segura para todos los habitantes del mundo.

Es importante aclarar que la Trazabilidad es la síntesis de la huella de la calidad. Los especialistas la definen como la capacidad de dejar rastros o señales, con el fin de contar –clara y explícitamente— con un hilo conductor a lo largo de sus agentes y procesos, desde el origen del producto hasta su consumo final.

Por ejemplo, en la búsqueda de alimentos seguros, en 2002 el parlamento europeo emitió el Reglamento CE 178 y creó la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, con el fin de incorporar criterios de Trazabilidad. En uno de sus puntos, plantea que los alimentos comercializados o con probabilidad de hacerlo en la Comunidad Europea, deberán estar adecuadamente etiquetados o identificados para facilitar su trazabilidad mediante documentación o información pertinentes según requisitos más específicos.

Se trata de otorgar una dimensión geográfica concreta a todos los elementos clave que intervienen en la elaboración de un producto. “El objetivo de la GeoTrazabilidad, consiste en promover la calidad de origen del producto, valorizar las prácticas agrícolas y mejorar los productos orientados a su calidad y seguridad”.

La iniciativa contempló el cultivo de papas en Canadá; bovinos y cereales en Bélgica; vides y cereales en Francia, y cereales en Alemania. “Por ello es que se agrega información del medio ambiente del lugar. Por ejemplo, el tipo de suelo, la naturaleza de las aguas, la clase de clima e, incluso, información acerca de las actividades de los predios vecinos.

"Todo con el fin de visualizar de qué manera estos aspectos pueden impactar, positiva o negativamente, en el producto. También se contemplan los eventos o la historia que ha sufrido el predio, con el propósito de, por ejemplo, saber si su pasado influye, bien o mal, en las partidas actuales”.

De este modo, tanto el importador como el consumidor pueden saber hasta cómo fue abonada la tierra de la papa que consume o que compra para su negocio. O si es o no transgénica. También si cumple o no con las normas locales o internacionales, como las ISO 9000/22005 o las medioambientales

El mundo se encamina hacia la GeoTrazabilidad. “Así lo exige la economía globalizada, porque no sólo se beneficia el consumidor final de alimentos, sino también los productores, que cada vez deben diferenciarse más de su competencia y garantizar que sus productos, además de cumplir las normas correspondientes, sean seguros y confiables para el ser humano. Es una manera más expedita de entrar a los mercados internacionales”.


Hay Normativas Comunitarias con respecto a los BioCombustibles que utilizan en el Viejo Continente (no olvidemos que allí esta mezcla es obligatoria con los derivados de petróleo), donde pensando en el Medio Ambiente y la Responsabilidad Social, están obligando a que el origen de estos, sea de zonas tradicionales y no de nuevas tierras que se han desmontado para, por ejemplo, el cultivo de nuevas zonas sojeras.

Hay un viejo y sabio Libro, que en el evangelio de San Juan dice: "No amemos con palabras o con frases, sino con obras y de verdad". No podemos esperar, el tiempo se nos está terminando.


Fuente: Ricardo Sánchez Villagrán /Asesor, Docente, Consultor e Investigador en Trazabilidad y GeoTrazabilidad (Argentina)

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