La actividad comercial internacional debe ser entendida y gestionada con una nueva mentalidad, surgida de la constante adaptación al cambio, el profundo análisis de los factores que inciden en el proceso y la aplicación del pensamiento estratégico a la toma de decisiones.
Mostrando entradas con la etiqueta flexibildad. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta flexibildad. Mostrar todas las entradas
domingo, 11 de marzo de 2018
Cómo mantener las ventajas competitivas de la empresa en el complejo ecosistema global: Previsión, pensamiento estrategico y acción
Todas las organizaciones perderán eventualmente su posición competitiva debido a la inevitable irrupción en el mercado global de empresas más ágiles y flexibles. Los nuevos competidores ofrecerán un valor más convincente, mientras la tecnología y otros cambios del entorno van sucediendo, y las compañías establecidas que no sean capaces de prever dicha situación y reaccionar estratégica y adecuadamente ante la misma estarán irremisiblemente condenadas a desvanecer sus ventajas competitivas y su posición de poder, más o menos privilegiado, en el ecosistema comercial en el que desarrollan su actividad"
Etiquetas:
adaptación,
agilidad,
competencia,
diferenciación,
empresa,
entorno,
estrategia,
flexibildad,
posición competitiva,
previsión,
tecnología,
valor,
ventajas competitivas
miércoles, 9 de agosto de 2017
Retos directivos de la empresa del siglo XXI: Las siete preguntas estratégicas a realizar antes de liderar cualquier proceso de cambio en la organización
“Todo cambia, nada desaparece. No hay nada en el mundo que sea permanente. Nada avanza de manera inexorable. Todas las cosas creadas son de naturaleza cambiante. Incluso los siglos se deslizan en constante movimiento”.
Retos directivos de la empresa del siglo XXI: Las siete preguntas estratégicas a realizar antes de liderar cualquier proceso de cambio en la organización.
Un mercado global y exigente, una competencia cada vez más feroz y un desarrollo tecnológico acelerado hacen que las organizaciones tengan que adaptarse constantemente antes las nuevas necesidades: Reestructuraciones, fusiones, adquisiciones, lanzamiento de nuevas líneas de negocio, incorporación de nuevas tecnologías.
Para la mayoría de empresas el cambio es una oportunidad de crecer y aprender; en cambio, para otras es sinónimo de inconvenientes e incertidumbre. Conocer las claves para gestionar el cambio -ajustando y capacitando el capital humano e integrando nuevos recursos- es vital para la supervivencia y competitividad de nuestra empresa.
En este sentido, Dan Cable, profesor de comportamiento organizacional en London Business School recomienda que, antes de abordar grandes planes de cambio los líderes se detengan y planteen las siguientes siete preguntas sobre:
1. El tamaño del cambio.
Actualmente se sabe que el cambio se basa en pequeños cambios en el comportamiento, en lugar de en grandes cambios organizacionales. Es una cuestión de que cientos o miles de individuos, por ejemplo, actúen de forma nueva y de esta forma producirán los cambios en la organización que pueden ser visibles para los clientes y a los que pueden responder éstos.
2. La respuesta de los profesionales.
En la actualidad éstos se muestran más escépticos, cínicos y están más preparados que en tiempos anteriores. Son mucho más conscientes del mundo que les rodea y de la importancia de su vida fuera del trabajo. Les gusta sentir que lo que hacen tiene un sentido y conocen mejor a la competencia, queriendo que su organización tenga éxito, tanto por razones personales como por motivo de orgullo.
3. La forma de crear un cambio armónico.
Es fundamental que las distintas formas de pensar y las diversas perspectivas se unan. Tiene que existir una sincronía entre los distintos patrones de comportamiento de los profesionales para poder alcanzar un cambio organizacional relevante. Esta es la parte complicada porque muchos cambios pequeños que no se muevan en la misma dirección y que no son coherentes, acaban generando confusión. Es necesario contar con el liderazgo que consiga que los cambios tengan un efecto beneficioso.
4. La manera en la que se va a liderar el cambio.
Los profesionales actuales, conectados y alerta, demandan nuevos tipos de liderazgo. El jerárquico de arriba abajo, típico de la época de la revolución industrial no es el más adecuado en este momento. Los cambios tienen que producirse rápidamente y en constante sucesión. Con frecuencia las ideas de cambio proceden de individuos que trabajan en todos los niveles de la organización. El cambio puede ser una actividad grupal que va de abajo a arriba. Esto significa que se necesita un distinto modelo de liderazgo para entender los nuevos valores y para estimularlo y dirigirlo.
5. La manera de formular el cambio.
El capital humano ha estado expuesto a tantas iniciativas de cambio que rechaza esta palabra. Los líderes deben ofrecer a sus profesionales esperanza, sentido y estímulo para que prueben nuevas alternativas. Deben prepararles para la lucha, ya que puede que necesiten tiempo y en ocasiones los resultados no sean perfectos.
6. Las historias a compartir sobre el cambio.
Los líderes pueden transmitir el sentido de propósito compartido con historias de cómo sus esfuerzos colectivos pueden crear un mañana mejor. Estas narraciones deben ser esperanzadoras, centrándose en cómo los profesionales como colección de individuos son capaces con su esfuerzo de mejorar sus vidas, la organización en que trabajan y hasta la sociedad. Es conveniente animarles enfatizando reiteradamente que tienen que visualizar el objetivo final, que va a merecer la pena.
7. La importancia de los profesionales para desarrollar la estrategia de cambio.
La única forma de construir una organización que esté preparada para el cambio, con capacidad de adaptación y resiliente es a través de un enfoque psicológico y no estratégico. Las organizaciones trabajan mejor cuando sus profesionales se esfuerzan diariamente de encontrar formas para conseguir un futuro mejor.
Conclusión.
Conclusión.
El cambio mal gestionado puede despertar una reacción en contra -actitudes de resistencia y oposición- de nuestros colaboradores y compañeros que haga peligrar no solo el proyecto y la productividad de la empresa, sino también nuestra reputación y carrera como profesionales.
Por ello, el primer paso es crear y visibilizar la necesidad del cambio en la organización, generar una actitud positiva compartiendo y empatizando con los equipos y, por último, crear una hoja de ruta con una planificación realista en cuanto a resultados. El objetivo es conquistar la razón y el sentimiento de los colaboradores, soportes e ingredientes necesarios para que el cambio triunfe.
Fuente: Isabel Carrasco/ Managers Magazine.
Retos directivos de la empresa del siglo XXI: Las siete preguntas estratégicas a realizar antes de liderar cualquier proceso de cambio en la organización.
Un mercado global y exigente, una competencia cada vez más feroz y un desarrollo tecnológico acelerado hacen que las organizaciones tengan que adaptarse constantemente antes las nuevas necesidades: Reestructuraciones, fusiones, adquisiciones, lanzamiento de nuevas líneas de negocio, incorporación de nuevas tecnologías.
Para la mayoría de empresas el cambio es una oportunidad de crecer y aprender; en cambio, para otras es sinónimo de inconvenientes e incertidumbre. Conocer las claves para gestionar el cambio -ajustando y capacitando el capital humano e integrando nuevos recursos- es vital para la supervivencia y competitividad de nuestra empresa.
En este sentido, Dan Cable, profesor de comportamiento organizacional en London Business School recomienda que, antes de abordar grandes planes de cambio los líderes se detengan y planteen las siguientes siete preguntas sobre:
1. El tamaño del cambio.
Actualmente se sabe que el cambio se basa en pequeños cambios en el comportamiento, en lugar de en grandes cambios organizacionales. Es una cuestión de que cientos o miles de individuos, por ejemplo, actúen de forma nueva y de esta forma producirán los cambios en la organización que pueden ser visibles para los clientes y a los que pueden responder éstos.
2. La respuesta de los profesionales.
En la actualidad éstos se muestran más escépticos, cínicos y están más preparados que en tiempos anteriores. Son mucho más conscientes del mundo que les rodea y de la importancia de su vida fuera del trabajo. Les gusta sentir que lo que hacen tiene un sentido y conocen mejor a la competencia, queriendo que su organización tenga éxito, tanto por razones personales como por motivo de orgullo.
3. La forma de crear un cambio armónico.
Es fundamental que las distintas formas de pensar y las diversas perspectivas se unan. Tiene que existir una sincronía entre los distintos patrones de comportamiento de los profesionales para poder alcanzar un cambio organizacional relevante. Esta es la parte complicada porque muchos cambios pequeños que no se muevan en la misma dirección y que no son coherentes, acaban generando confusión. Es necesario contar con el liderazgo que consiga que los cambios tengan un efecto beneficioso.
4. La manera en la que se va a liderar el cambio.
Los profesionales actuales, conectados y alerta, demandan nuevos tipos de liderazgo. El jerárquico de arriba abajo, típico de la época de la revolución industrial no es el más adecuado en este momento. Los cambios tienen que producirse rápidamente y en constante sucesión. Con frecuencia las ideas de cambio proceden de individuos que trabajan en todos los niveles de la organización. El cambio puede ser una actividad grupal que va de abajo a arriba. Esto significa que se necesita un distinto modelo de liderazgo para entender los nuevos valores y para estimularlo y dirigirlo.
5. La manera de formular el cambio.
El capital humano ha estado expuesto a tantas iniciativas de cambio que rechaza esta palabra. Los líderes deben ofrecer a sus profesionales esperanza, sentido y estímulo para que prueben nuevas alternativas. Deben prepararles para la lucha, ya que puede que necesiten tiempo y en ocasiones los resultados no sean perfectos.
6. Las historias a compartir sobre el cambio.
Los líderes pueden transmitir el sentido de propósito compartido con historias de cómo sus esfuerzos colectivos pueden crear un mañana mejor. Estas narraciones deben ser esperanzadoras, centrándose en cómo los profesionales como colección de individuos son capaces con su esfuerzo de mejorar sus vidas, la organización en que trabajan y hasta la sociedad. Es conveniente animarles enfatizando reiteradamente que tienen que visualizar el objetivo final, que va a merecer la pena.
7. La importancia de los profesionales para desarrollar la estrategia de cambio.
La única forma de construir una organización que esté preparada para el cambio, con capacidad de adaptación y resiliente es a través de un enfoque psicológico y no estratégico. Las organizaciones trabajan mejor cuando sus profesionales se esfuerzan diariamente de encontrar formas para conseguir un futuro mejor.
Conclusión.
Conclusión.
El cambio mal gestionado puede despertar una reacción en contra -actitudes de resistencia y oposición- de nuestros colaboradores y compañeros que haga peligrar no solo el proyecto y la productividad de la empresa, sino también nuestra reputación y carrera como profesionales.
Por ello, el primer paso es crear y visibilizar la necesidad del cambio en la organización, generar una actitud positiva compartiendo y empatizando con los equipos y, por último, crear una hoja de ruta con una planificación realista en cuanto a resultados. El objetivo es conquistar la razón y el sentimiento de los colaboradores, soportes e ingredientes necesarios para que el cambio triunfe.
Fuente: Isabel Carrasco/ Managers Magazine.
Etiquetas:
. innovación,
cambio,
capital humano,
competitividad,
comportamiento,
comunicación,
empresa,
estrategia,
flexibildad,
liderazgo,
management,
oportunidades,
principios,
procesos,
retos,
visibilidad
jueves, 13 de abril de 2017
Dejando huella en el camino hacia el éxito de las organizaciones: Cómo crear un estilo de liderazgo propio, eficiente, eficaz y diferenciado
“Los grandes líderes toman forma en muchos tipos de molde, todos tenemos la capacidad de adaptarnos”.
Dejando huella en el camino hacia el éxito de las organizaciones: Cómo crear un estilo de liderazgo propio, eficiente eficaz y diferenciado.
No hay una definición única de lo que significa ser un gran líder. En el año 2000 Daniel Goleman publicó un estudio para la Harvard Business Review que inventariaba distintos tipos de liderazgo y examinaba sus efectos tanto en la “cultura de oficina” como en la rentabilidad de la empresa.
Coleman concluyó que existen seis grandes tipos de líderes:
1. Líderes coercitivos que exigen un cumplimiento inmediato de sus órdenes.
2. Líderes con autoridad que movilizan a su equipo hacia una visión determinada.
3. Líderes afiliadores que crean lazos emocionales y armonía en sus equipos.
4. Líderes democráticos que construyen el consenso a través de la participación.
5. Líderes vanguardistas que esperan la excelencia y la auto-dirección.
6. Líderes formadores que orientan el desarrollo de sus equipos hacia el futuro.
Ante estas tipologías tan definidas, ¿cómo encontrar nuestro propio estilo? Según Tim Fortescue, senior coach y director de cuentas en Own The Room, no se trata de marcar ninguna casilla en ningún cuestionario. Todos los estilos pueden mezclarse y cualquiera puede servir para generar un liderazgo eficaz: “Los grandes líderes toman forma en muchos tipos de molde, todos tenemos la capacidad de adaptarnos”.
En Own The Room, una empresa que ayuda a reforzar habilidades de presentación y de liderazgo, Fortescue ha trabajado con todo tipo de ejecutivos, desde los de más alto nivel a primerizos. No es de extrañar, por tanto, que haya conocido múltiples tipos de liderazgo en su camino. The Venture habló con él sobre cómo podemos convertirnos en un líder productivo a partir de un estilo propio y personal.
Un buen comienzo.
No es necesario estar en una posición de liderazgo para comenzar a desarrollar un estilo único, dice Fortescue. "Probablemente la mejor manera de ponerse en marcha a la hora de dirigir una organización, antes incluso de tener un equipo a tu cargo, es reflexionar sobre quién eres y cuáles son tus valores (y vivirlos) en tu vida diaria", explica. "Cuanto antes se definan estos conceptos, más pronto tomaremos el camino del éxito."
Es muy probable que tenga que tomar decisiones complicadas desde el primer momento en el que llega a una posición de liderazgo. Por eso es tan importante tener una idea clara de que es lo más importante. Su equipo apreciará su claridad y la capacidad de no cuestionarse a si mismo.
Sea claro con sus expectativas.
Recuerde: Es probable que tenga que adaptar sus técnicas de dirección a la situación que se encuentre. Por ejemplo, si está en un entorno de crisis, un tono fuerte, con autoridad, puede ser la mejor ayuda.
Por otro lado, si estás trabajando en un proyecto a largo plazo en el que quiere que su equipo tenga proyección de futuro, puede optar por un enfoque centrado en la formación y generando en sus empleados un sentimiento de “propiedad”, o vínculo. En cualquier caso, algo imprescindible es saber comunicar sus expectativas a su equipo.
Si sus colaboradores saben lo que se espera de ellos tendrán la autonomía suficiente para dar con su objetivo del modo que mejor consideren, en este sentido parece evidente que la eficacia de su trabajo será mucho mayor.
Fortescue considera también que el establecimiento de algunos límites no negociables es clave a la hora de dar forma a un equipo de trabajo responsable. “Soy tan flexible como puedo serlo cuando se trata de temas relativos al estilo individual de cada colaborador, pero si hablamos de normas y determinadas órdenes estructurales, me mantengo firme. Creo que de esta manera cada miembro del equipo puede desarrollar mejor sus fortalezas individuales”, afirma.
Saber cuándo dejar hacer.
Si alguna vez ha tenido un jefe de los que aprietan demasiado las riendas, sabrá que puede generar un ambiente de trabajo frustrante. No importa qué estilo adapte Ud., hay ocasiones en que lo más eficaz que puede hacer es dejar hacer.
Fortescue recomienda hacer el ejercicio de estudiar con la mayor precisión posible cuáles son los momentos adecuados para darle a su equipo un margen de libertad. “Hay que dejar que tus jugadores tengan autonomía para que puedan ser ellos mismos, explorar, probar y fallar. Una vez que saben dónde están sus límites, dejarles hacer es la clave del éxito del grupo.
Fortescue reconoce que darle l equipo este tipo de libertad puede generar un poco de miedo, sobre todo si se está embarcado en un negocio pequeño, pero sugiere que demos el paso con confianza: “Me he encontrado más caras sorprendidas del buen trabajo realizado cuando se ha dado autonomía al equipo que al contrario. Eso sí, siempre y cuando se hayan explicado y comprendido qué se espera de ellos.
Conclusión.
No olvide que este contexto, crear un estilo propio de liderazgo implica saber definir la realidad, saber adaptarse a cada circunstancia y actuar de forma que sus acciones inspiren a otros a soñar más, a aprender más, a hacer más y a convertirse en algo más.
Fuente: UEstudio/ Unidad Ediorial
Dejando huella en el camino hacia el éxito de las organizaciones: Cómo crear un estilo de liderazgo propio, eficiente eficaz y diferenciado.
No hay una definición única de lo que significa ser un gran líder. En el año 2000 Daniel Goleman publicó un estudio para la Harvard Business Review que inventariaba distintos tipos de liderazgo y examinaba sus efectos tanto en la “cultura de oficina” como en la rentabilidad de la empresa.
Coleman concluyó que existen seis grandes tipos de líderes:
1. Líderes coercitivos que exigen un cumplimiento inmediato de sus órdenes.
2. Líderes con autoridad que movilizan a su equipo hacia una visión determinada.
3. Líderes afiliadores que crean lazos emocionales y armonía en sus equipos.
4. Líderes democráticos que construyen el consenso a través de la participación.
5. Líderes vanguardistas que esperan la excelencia y la auto-dirección.
6. Líderes formadores que orientan el desarrollo de sus equipos hacia el futuro.
Ante estas tipologías tan definidas, ¿cómo encontrar nuestro propio estilo? Según Tim Fortescue, senior coach y director de cuentas en Own The Room, no se trata de marcar ninguna casilla en ningún cuestionario. Todos los estilos pueden mezclarse y cualquiera puede servir para generar un liderazgo eficaz: “Los grandes líderes toman forma en muchos tipos de molde, todos tenemos la capacidad de adaptarnos”.
En Own The Room, una empresa que ayuda a reforzar habilidades de presentación y de liderazgo, Fortescue ha trabajado con todo tipo de ejecutivos, desde los de más alto nivel a primerizos. No es de extrañar, por tanto, que haya conocido múltiples tipos de liderazgo en su camino. The Venture habló con él sobre cómo podemos convertirnos en un líder productivo a partir de un estilo propio y personal.
Un buen comienzo.
No es necesario estar en una posición de liderazgo para comenzar a desarrollar un estilo único, dice Fortescue. "Probablemente la mejor manera de ponerse en marcha a la hora de dirigir una organización, antes incluso de tener un equipo a tu cargo, es reflexionar sobre quién eres y cuáles son tus valores (y vivirlos) en tu vida diaria", explica. "Cuanto antes se definan estos conceptos, más pronto tomaremos el camino del éxito."
Es muy probable que tenga que tomar decisiones complicadas desde el primer momento en el que llega a una posición de liderazgo. Por eso es tan importante tener una idea clara de que es lo más importante. Su equipo apreciará su claridad y la capacidad de no cuestionarse a si mismo.
Sea claro con sus expectativas.
Recuerde: Es probable que tenga que adaptar sus técnicas de dirección a la situación que se encuentre. Por ejemplo, si está en un entorno de crisis, un tono fuerte, con autoridad, puede ser la mejor ayuda.
Por otro lado, si estás trabajando en un proyecto a largo plazo en el que quiere que su equipo tenga proyección de futuro, puede optar por un enfoque centrado en la formación y generando en sus empleados un sentimiento de “propiedad”, o vínculo. En cualquier caso, algo imprescindible es saber comunicar sus expectativas a su equipo.
Si sus colaboradores saben lo que se espera de ellos tendrán la autonomía suficiente para dar con su objetivo del modo que mejor consideren, en este sentido parece evidente que la eficacia de su trabajo será mucho mayor.
Fortescue considera también que el establecimiento de algunos límites no negociables es clave a la hora de dar forma a un equipo de trabajo responsable. “Soy tan flexible como puedo serlo cuando se trata de temas relativos al estilo individual de cada colaborador, pero si hablamos de normas y determinadas órdenes estructurales, me mantengo firme. Creo que de esta manera cada miembro del equipo puede desarrollar mejor sus fortalezas individuales”, afirma.
Saber cuándo dejar hacer.
Si alguna vez ha tenido un jefe de los que aprietan demasiado las riendas, sabrá que puede generar un ambiente de trabajo frustrante. No importa qué estilo adapte Ud., hay ocasiones en que lo más eficaz que puede hacer es dejar hacer.
Fortescue recomienda hacer el ejercicio de estudiar con la mayor precisión posible cuáles son los momentos adecuados para darle a su equipo un margen de libertad. “Hay que dejar que tus jugadores tengan autonomía para que puedan ser ellos mismos, explorar, probar y fallar. Una vez que saben dónde están sus límites, dejarles hacer es la clave del éxito del grupo.
Fortescue reconoce que darle l equipo este tipo de libertad puede generar un poco de miedo, sobre todo si se está embarcado en un negocio pequeño, pero sugiere que demos el paso con confianza: “Me he encontrado más caras sorprendidas del buen trabajo realizado cuando se ha dado autonomía al equipo que al contrario. Eso sí, siempre y cuando se hayan explicado y comprendido qué se espera de ellos.
Conclusión.
No olvide que este contexto, crear un estilo propio de liderazgo implica saber definir la realidad, saber adaptarse a cada circunstancia y actuar de forma que sus acciones inspiren a otros a soñar más, a aprender más, a hacer más y a convertirse en algo más.
Fuente: UEstudio/ Unidad Ediorial
Etiquetas:
capital humano,
cultura empresarial,
decisiones,
diferenciación,
eficacia,
eficiencia,
equipo,
estrategia,
expectativas,
flexibildad,
formación,
liderazgo,
límites,
participación
domingo, 2 de octubre de 2016
Gestión empresarial y claves del camino hacia la excelencia: El plus que sólo tienen los ganadores
"Su capacidad de aprender es su activo más valioso, y la mejor forma de aprender es ‘aprendiendo de los mejores’, de aquellos que ya han llegado donde Ud. también quiere llegar".
Gestión empresarial y claves del camino hacia la excelencia: El plus que sólo tienen los ganadores.
Hay un rasgo que distingue por encima de los demás a los auténticos ganadores: Se sienten cómodos en los momentos comprometidos. En las circunstancias más complicadas, saben resolver la papeleta con una serenidad y naturalidad envidiables fuera de lo común.
La leyenda del tenis Björn Borg era famoso por tener hielo en las venas, de hecho su apodo era ‘el hombre de hielo’. Cuanto mayor era la presión, mejor jugaba. En una ocasión, Donald Dell, representante de deportistas, le preguntó cómo era capaz de mantener aquella frialdad bajo tanta presión. La repuesta del tenista sueco fue contundente:
— Preparación y práctica, práctica y práctica… hasta que la memoria muscular funcione sola.
Quédese con esto último: ...hasta que la memoria muscular funcione sola. Si tiene que pensar, malo. No hay tiempo para pensar, sólo para actuar. El éxito en una negociación, en un debate, en un juego o en un partido, están asociados a la agilidad y la fluidez, y precisamente la agilidad y la fluidez sólo la dan la preparación y la práctica. Cuando se es muy bueno en algo, los movimientos están automatizados y permiten actuar de manera rápida e inconsciente, y eso siempre supone una ventaja sobre la parte contraria.
Un comportamiento sólo se consolida e interioriza fruto de la repetición, fruto de la experiencia. Las acciones puntuales e irregulares no generan consistencia. Un comportamiento está interiorizado cuando eres capaz de actuar sin pensar. Forma parte de ti, es tuyo, te identifica... y para ello hay que haber pegado muchos tiros.
Se juega como se entrena, se ha dicho en más de una ocasión. Los ganadores ganan por anticipado, antes de saltar a la cancha. Han hecho los deberes cuando había que hacerlos, y ahora sólo queda ejecutar y rematar la faena.
Lo fácil es dejarse llevar por la pereza, la improvisación y el a ver qué pasa. Sin embargo, la mentalización y la preparación son factores claves que definen el éxito de los ganadores. El éxito ama la preparación.
El español, Adrián Mateos, que con poco más de 20 años es considerado ‘el niño prodigio del póker’ decía en una entrevista:
— Dedico una media de 10 horas al día, entre estudio y trabajo. La parte de estudiar en póker es muy importante. Juega muchísima gente y sólo la élite gana dinero. Ese pequeño porcentaje de gente que gana tiene que trabajar y prepararse más que el resto. No hay otro secreto.
Ese pequeño porcentaje –que son los ganadores, los que aportan pluses–, es el 5% en todo en esta vida: autores de bestsellers, futbolistas de primera división, inversores de éxito, vendedores de primera o lo que sea.
Lo mejor de todo es el comentario que hacía Adrián Mateos:
— No hay otro secreto; trabajar y prepararse más que el resto.
La gente no consigue lo que quiere, porque prefiere hacer lo cómodo a lo necesario. Los ganadores hacen lo que debe hacerse; el resto, lo que les apetece en cada momento. Y algo que es importante no olvidar: a ‘ganar’ se aprende jugando, y sobre todo, perdiendo. Los ganadores antes de ser ganadores han perdido muchas veces.
Las claves del "ganador".
Entrenar, practicar, perder, insistir y nunca desistir. Los logros espectaculares siempre van precedidos de una preparación espectacular, y los pasos del éxito son siempre los mismos:
1. Decida en qué quiere ser un referente: No se puede ganar un juego que no se ha definido. Como señala Anthony Robbins: «La falta de claridad más que cualquier otra cosa es la principal causa de fracaso de la gente». Quien no sabe lo que quiere suele acabar donde no quiere estar.
2. Estudie todo lo que pueda sobre lo suyo: Tiene que saberlo todo acerca de su actividad y estar actualizado. El éxito es conocimiento en acción. Jim Rohn apuntaba: «Atrapa los tesoros del conocimiento. El aprendizaje es el comienzo de la riqueza. Buscar y aprender es donde los milagros tienen sus comienzos. Si desea triunfar, estudie el triunfo; si desea ser más feliz, estudie la felicidad; si quiere hacer dinero, estudie la riqueza».
3. Practique siempre que pueda: A torear se aprende en el ruedo, no desde la barrera. Tiene que estar dentro del juego. Lo decía Aristóteles: «Lo que tenemos que aprender tenemos que aprender haciéndolo». A liderar se aprende liderando, a conducir se aprende conduciendo y a negociar se aprende negociando: exponiéndose a la realidad, viviéndola y sufriéndola.
4. Reciba feedback continuo: Deje el orgullo en casa y busque un coach crítico y exigente que le saque los colores. Un buen coach siempre exigirá de Ud. más de lo que Ud. se exigiría de si mismo. «El feedback es el desayuno de los campeones», nos recordaba Kenneth Blanchard. No hay nada peor para nuestro crecimiento personal que tenerle miedo a la verdad. No hay nada más sano, por el contrario, que tener alguien de confianza que nos diga las cosas, con tacto, pero sin tapujos y con claridad.
5. Nunca pierda el foco: Si se dispersa, sólo será uno más. Quien mucho abarca, poco aprieta. La gente de éxito tiene un rasgo común... es experta en algo, y para ser experto hay que enfocarse. La excelencia exige foco. La dispersión siempre es aliada de la mediocridad.
6. Sea flexible por el camino: El trayecto nunca es una línea recta, habrá obstáculos de todo tipo –fracasos, errores, dudas, deslealtades…– que ni siquiera esperaba. Manténgase firme en sus objetivos pero flexible en sus estrategias. Muchas veces no se trata de eliminar obstáculos sino de bordear obstáculos.
7. Comprométase con sus metas: El compromiso se tiene o no se tiene. No existe el compromiso a medias. El compromiso exige incondicionalidad. La palabra compromiso significa dos cosas... hacer lo que haga falta el tiempo que haga falta. Ganar o morir. El compromiso no admite excusas, sólo resultados. En esta vida nadie fracasa, sólo hay gente que abandona a mitad de camino.
Fuente: Francisco Alcaide / Executive Excellence.
Gestión empresarial y claves del camino hacia la excelencia: El plus que sólo tienen los ganadores.
Hay un rasgo que distingue por encima de los demás a los auténticos ganadores: Se sienten cómodos en los momentos comprometidos. En las circunstancias más complicadas, saben resolver la papeleta con una serenidad y naturalidad envidiables fuera de lo común.
La leyenda del tenis Björn Borg era famoso por tener hielo en las venas, de hecho su apodo era ‘el hombre de hielo’. Cuanto mayor era la presión, mejor jugaba. En una ocasión, Donald Dell, representante de deportistas, le preguntó cómo era capaz de mantener aquella frialdad bajo tanta presión. La repuesta del tenista sueco fue contundente:
— Preparación y práctica, práctica y práctica… hasta que la memoria muscular funcione sola.
Quédese con esto último: ...hasta que la memoria muscular funcione sola. Si tiene que pensar, malo. No hay tiempo para pensar, sólo para actuar. El éxito en una negociación, en un debate, en un juego o en un partido, están asociados a la agilidad y la fluidez, y precisamente la agilidad y la fluidez sólo la dan la preparación y la práctica. Cuando se es muy bueno en algo, los movimientos están automatizados y permiten actuar de manera rápida e inconsciente, y eso siempre supone una ventaja sobre la parte contraria.
Un comportamiento sólo se consolida e interioriza fruto de la repetición, fruto de la experiencia. Las acciones puntuales e irregulares no generan consistencia. Un comportamiento está interiorizado cuando eres capaz de actuar sin pensar. Forma parte de ti, es tuyo, te identifica... y para ello hay que haber pegado muchos tiros.
Se juega como se entrena, se ha dicho en más de una ocasión. Los ganadores ganan por anticipado, antes de saltar a la cancha. Han hecho los deberes cuando había que hacerlos, y ahora sólo queda ejecutar y rematar la faena.
Lo fácil es dejarse llevar por la pereza, la improvisación y el a ver qué pasa. Sin embargo, la mentalización y la preparación son factores claves que definen el éxito de los ganadores. El éxito ama la preparación.
El español, Adrián Mateos, que con poco más de 20 años es considerado ‘el niño prodigio del póker’ decía en una entrevista:
— Dedico una media de 10 horas al día, entre estudio y trabajo. La parte de estudiar en póker es muy importante. Juega muchísima gente y sólo la élite gana dinero. Ese pequeño porcentaje de gente que gana tiene que trabajar y prepararse más que el resto. No hay otro secreto.
Ese pequeño porcentaje –que son los ganadores, los que aportan pluses–, es el 5% en todo en esta vida: autores de bestsellers, futbolistas de primera división, inversores de éxito, vendedores de primera o lo que sea.
Lo mejor de todo es el comentario que hacía Adrián Mateos:
— No hay otro secreto; trabajar y prepararse más que el resto.
La gente no consigue lo que quiere, porque prefiere hacer lo cómodo a lo necesario. Los ganadores hacen lo que debe hacerse; el resto, lo que les apetece en cada momento. Y algo que es importante no olvidar: a ‘ganar’ se aprende jugando, y sobre todo, perdiendo. Los ganadores antes de ser ganadores han perdido muchas veces.
Las claves del "ganador".
Entrenar, practicar, perder, insistir y nunca desistir. Los logros espectaculares siempre van precedidos de una preparación espectacular, y los pasos del éxito son siempre los mismos:
1. Decida en qué quiere ser un referente: No se puede ganar un juego que no se ha definido. Como señala Anthony Robbins: «La falta de claridad más que cualquier otra cosa es la principal causa de fracaso de la gente». Quien no sabe lo que quiere suele acabar donde no quiere estar.
2. Estudie todo lo que pueda sobre lo suyo: Tiene que saberlo todo acerca de su actividad y estar actualizado. El éxito es conocimiento en acción. Jim Rohn apuntaba: «Atrapa los tesoros del conocimiento. El aprendizaje es el comienzo de la riqueza. Buscar y aprender es donde los milagros tienen sus comienzos. Si desea triunfar, estudie el triunfo; si desea ser más feliz, estudie la felicidad; si quiere hacer dinero, estudie la riqueza».
3. Practique siempre que pueda: A torear se aprende en el ruedo, no desde la barrera. Tiene que estar dentro del juego. Lo decía Aristóteles: «Lo que tenemos que aprender tenemos que aprender haciéndolo». A liderar se aprende liderando, a conducir se aprende conduciendo y a negociar se aprende negociando: exponiéndose a la realidad, viviéndola y sufriéndola.
4. Reciba feedback continuo: Deje el orgullo en casa y busque un coach crítico y exigente que le saque los colores. Un buen coach siempre exigirá de Ud. más de lo que Ud. se exigiría de si mismo. «El feedback es el desayuno de los campeones», nos recordaba Kenneth Blanchard. No hay nada peor para nuestro crecimiento personal que tenerle miedo a la verdad. No hay nada más sano, por el contrario, que tener alguien de confianza que nos diga las cosas, con tacto, pero sin tapujos y con claridad.
5. Nunca pierda el foco: Si se dispersa, sólo será uno más. Quien mucho abarca, poco aprieta. La gente de éxito tiene un rasgo común... es experta en algo, y para ser experto hay que enfocarse. La excelencia exige foco. La dispersión siempre es aliada de la mediocridad.
6. Sea flexible por el camino: El trayecto nunca es una línea recta, habrá obstáculos de todo tipo –fracasos, errores, dudas, deslealtades…– que ni siquiera esperaba. Manténgase firme en sus objetivos pero flexible en sus estrategias. Muchas veces no se trata de eliminar obstáculos sino de bordear obstáculos.
7. Comprométase con sus metas: El compromiso se tiene o no se tiene. No existe el compromiso a medias. El compromiso exige incondicionalidad. La palabra compromiso significa dos cosas... hacer lo que haga falta el tiempo que haga falta. Ganar o morir. El compromiso no admite excusas, sólo resultados. En esta vida nadie fracasa, sólo hay gente que abandona a mitad de camino.
Fuente: Francisco Alcaide / Executive Excellence.
Etiquetas:
aprendizaje,
Björn Borg. preparación,
comportamiento,
compromiso,
empresa,
excelencia,
éxito,
experiencia,
feedback,
flexibildad,
fracaso,
objetivos,
práctica
domingo, 21 de agosto de 2016
Escenario internacional, nuevo pensamiento y nuevos retos globales: Se buscan "aventureros" para liderar la empresa
"Con el nuevo escenario global las empresas están cambiando conceptos y estrategias, pasando de un modelo de movilidad relativamente estandarizado y costoso, a estructuras mucho más flexibles, basadas en la motivación y la apertura hacia los más jóvenes".
Escenario internacional, nuevo pensamiento y nuevos retos globales: Se buscan "aventureros" para liderar la empresa.
Ante la imparable internacionalización, cada vez se hace más imprescindible establecer políticas de atracción y selección del talento en todo el mundo, estrategias que permitan flexibilizar procesos y diseñar nuevas carreras profesionales que incluyan la asignación en el extranjero como clave para el desarrollo del talento directivo.
Así, las multinacionales están en un proceso de transición. De un modelo de movilidad relativamente estandarizado y costoso, están pasando a modelos más flexibles, que incorporan la motivación y la apertura de los más jóvenes a vivir experiencias en el extranjero como elemento clave en el paquete de incentivos.
Por ese motivo, los departamentos de RR. HH. tienen que centrarse en dos funciones globales prioritarias: la de empleador (global employer) y la de socio estratégico (global partner). Es decir, deben ser capaces de entender el modelo de negocio y su lógica de crecimiento internacional para proponer una internacionalización de los RR. HH. flexible, adecuada y coherente con la estrategia.
La investigadora del IRCO Pilar García-Lombardía bajo la coordinación de José Ramón Pin, Ángela Gallifa y los responsables de ERES Relocation Services José Antonio de Ros y Elena Casares, analizan cómo han evolucionado los principales retos de este departamento en el nuevo contexto global.
Cuatro grandes desafíos.
Ya en 2009, el Centro Internacional de Investigación de Organizaciones identificó cuatro retos importantes de los RR. HH. que se han consolidado y han ganado en definición.
1. Mejorar la formación intercultural: Los continuos movimientos entre las sedes hacen necesaria una gran capacidad para gestionar la diversidad. Por tanto, este reto ha adquirido una dimensión mucho mayor, ya que no solo afecta a los empleados expatriables, sino a todos los miembros de la empresa, especialmente a los responsables de la selección y gestión del talento.
2. Diseñar e implantar políticas de repatriación: En la medida que las políticas de movilidad se flexibilizan y aumenta el número de asignaciones, las posibilidades de gestionar un retorno que cumpla las condiciones requeridas por el expatriado podrían aumentar.
3. Mejorar la relevancia de la experiencia internacional: Son necesarias políticas y acciones para asimilar este valor a la cultura de la empresa. A ello pueden ayudar los empleados más jóvenes.
4. Cuidar la proximidad emocional al expatriado: Seguirá siendo relevante en los casos de asignaciones permanentes o de larga duración.
Orientación global.
Los líderes en las multinacionales deben ser capaces de asumir e interiorizar que existen otras perspectivas, evitando así el etnocentrismo.
La apertura a la experiencia, la extraversión y un bajo nivel de neuroticismo son tres rasgos de temperamento y personalidad estrechamente ligados a este tipo de líderes. Pero, según el informe, además deben desarrollar la inteligencia cultural.
Así serán más receptivos a las señales del lenguaje verbal y no verbal, estarán más dispuestos a poner en duda sus propios supuestos, procurarán no juzgar, buscarán activamente información para comprender las diferencias e interactuar con éxito, podrán comprender y comparar diferentes entornos y serán capaces de hacer previsiones sobre las consecuencias de las diferentes actitudes.
Todas ellas son habilidades o competencias que se desarrollan de manera especial durante las estancias prolongadas en el extranjero, por lo que tiene sentido utilizar las asignaciones internacionales como parte de la estrategia de desarrollo del talento.
Las claves del éxito.
Para afrontar la internacionalización, un departamento de RR.HH. debería:
1. Desarrollar herramientas que permitan conocer mejor los perfiles de las personas que integran la organización: Esto permitirá identificar a los individuos que reúnan los tres rasgos de temperamento y personalidad citados como básicos para el desarrollo posterior del liderazgo global.
2. Potenciar nuevas formas de hacer las cosas: Incluyendo la innovación en la atracción y selección de talento.
3. Impulsar el desarrollo de la orientación global y el liderazgo en toda la organización: A través de la formación y de diferentes formas de asignación internacional de corta duración.
4. Reforzar la identidad corporativa y el compromiso sobre valores de tolerancia y respeto a la diferencia.
Se trata de medidas que permitirán afrontar con éxito la internacionalización de la empresa sea cual sea el modelo utilizado (de permanencia, oportunidad, arrastre o necesidad).
Igualmente importante es destacar que los departamentos de recursos humanos han desarrollado una importante variedad de alternativas a la tradicional expatriación de larga duración, que van desde la asignación virtual o de corta duración a la impatriación de las filiales a la sede central, una fórmula que permite enriquecer la cultura de la organización.
Estas opciones permiten introducir la flexibilidad en la estrategia de movilidad, algo fundamental para mantener los costes bajo control.
Fuente: Pilar García de Lombardía y José Ramón Pin Arboledas/ IESE Insight.
Escenario internacional, nuevo pensamiento y nuevos retos globales: Se buscan "aventureros" para liderar la empresa.
Ante la imparable internacionalización, cada vez se hace más imprescindible establecer políticas de atracción y selección del talento en todo el mundo, estrategias que permitan flexibilizar procesos y diseñar nuevas carreras profesionales que incluyan la asignación en el extranjero como clave para el desarrollo del talento directivo.
Así, las multinacionales están en un proceso de transición. De un modelo de movilidad relativamente estandarizado y costoso, están pasando a modelos más flexibles, que incorporan la motivación y la apertura de los más jóvenes a vivir experiencias en el extranjero como elemento clave en el paquete de incentivos.
Por ese motivo, los departamentos de RR. HH. tienen que centrarse en dos funciones globales prioritarias: la de empleador (global employer) y la de socio estratégico (global partner). Es decir, deben ser capaces de entender el modelo de negocio y su lógica de crecimiento internacional para proponer una internacionalización de los RR. HH. flexible, adecuada y coherente con la estrategia.
La investigadora del IRCO Pilar García-Lombardía bajo la coordinación de José Ramón Pin, Ángela Gallifa y los responsables de ERES Relocation Services José Antonio de Ros y Elena Casares, analizan cómo han evolucionado los principales retos de este departamento en el nuevo contexto global.
Cuatro grandes desafíos.
Ya en 2009, el Centro Internacional de Investigación de Organizaciones identificó cuatro retos importantes de los RR. HH. que se han consolidado y han ganado en definición.
1. Mejorar la formación intercultural: Los continuos movimientos entre las sedes hacen necesaria una gran capacidad para gestionar la diversidad. Por tanto, este reto ha adquirido una dimensión mucho mayor, ya que no solo afecta a los empleados expatriables, sino a todos los miembros de la empresa, especialmente a los responsables de la selección y gestión del talento.
2. Diseñar e implantar políticas de repatriación: En la medida que las políticas de movilidad se flexibilizan y aumenta el número de asignaciones, las posibilidades de gestionar un retorno que cumpla las condiciones requeridas por el expatriado podrían aumentar.
3. Mejorar la relevancia de la experiencia internacional: Son necesarias políticas y acciones para asimilar este valor a la cultura de la empresa. A ello pueden ayudar los empleados más jóvenes.
4. Cuidar la proximidad emocional al expatriado: Seguirá siendo relevante en los casos de asignaciones permanentes o de larga duración.
Orientación global.
Los líderes en las multinacionales deben ser capaces de asumir e interiorizar que existen otras perspectivas, evitando así el etnocentrismo.
La apertura a la experiencia, la extraversión y un bajo nivel de neuroticismo son tres rasgos de temperamento y personalidad estrechamente ligados a este tipo de líderes. Pero, según el informe, además deben desarrollar la inteligencia cultural.
Así serán más receptivos a las señales del lenguaje verbal y no verbal, estarán más dispuestos a poner en duda sus propios supuestos, procurarán no juzgar, buscarán activamente información para comprender las diferencias e interactuar con éxito, podrán comprender y comparar diferentes entornos y serán capaces de hacer previsiones sobre las consecuencias de las diferentes actitudes.
Todas ellas son habilidades o competencias que se desarrollan de manera especial durante las estancias prolongadas en el extranjero, por lo que tiene sentido utilizar las asignaciones internacionales como parte de la estrategia de desarrollo del talento.
Las claves del éxito.
Para afrontar la internacionalización, un departamento de RR.HH. debería:
1. Desarrollar herramientas que permitan conocer mejor los perfiles de las personas que integran la organización: Esto permitirá identificar a los individuos que reúnan los tres rasgos de temperamento y personalidad citados como básicos para el desarrollo posterior del liderazgo global.
2. Potenciar nuevas formas de hacer las cosas: Incluyendo la innovación en la atracción y selección de talento.
3. Impulsar el desarrollo de la orientación global y el liderazgo en toda la organización: A través de la formación y de diferentes formas de asignación internacional de corta duración.
4. Reforzar la identidad corporativa y el compromiso sobre valores de tolerancia y respeto a la diferencia.
Se trata de medidas que permitirán afrontar con éxito la internacionalización de la empresa sea cual sea el modelo utilizado (de permanencia, oportunidad, arrastre o necesidad).
Igualmente importante es destacar que los departamentos de recursos humanos han desarrollado una importante variedad de alternativas a la tradicional expatriación de larga duración, que van desde la asignación virtual o de corta duración a la impatriación de las filiales a la sede central, una fórmula que permite enriquecer la cultura de la organización.
Estas opciones permiten introducir la flexibilidad en la estrategia de movilidad, algo fundamental para mantener los costes bajo control.
Fuente: Pilar García de Lombardía y José Ramón Pin Arboledas/ IESE Insight.
Etiquetas:
cambio,
capital humano,
estrategia,
expatriación,
experiencia,
flexibildad,
formación intercultural,
global employer,
global partner,
globalización,
inteligencia cultural,
liderazgo,
movilidad,
RRHH,
talento
Suscribirse a:
Entradas (Atom)