martes, 15 de mayo de 2012

Gestión eficaz y eficiente de la Supply Chain: Y su cadena de suministro...¿sabe escuchar?



"En las cadenas de suministro, el conocimiento es poder. Pero hasta qué punto lo sea depende del origen de ese conocimiento."

Gestión eficaz y eficiente de la Supply Chain: Y su cadena de suministro...¿sabe escuchar?

Tanto proveedores como clientes proporcionan un conocimiento valioso, pero el que procede de los clientes es, junto con un modelo integrado, lo que más influye en el rendimiento.

Para definir una estrategia de gestión del conocimiento eficaz, los fabricantes han de comprender la interrelación que existe con proveedores y clientes.El profesor del IESE Adrian Done estudia la transferencia de conocimiento explícito entre un fabricante y sus proveedores y clientes, y propone estrategias para mejorar la gestión del mismo.


Ninguna empresa puede tener éxito si es incapaz de generar, solicitar e intercambiar conocimiento. Se trata de un requisito esencial para resolver problemas y aprovechar nuevas oportunidades. Aun así, la gestión del conocimiento es complicada, sobre todo porque hay empresas que no están preparadas para implementar estrategias eficaces.

Es un hecho irrefutable: el conocimiento generado por proveedores y clientes es crucial para optimizar el rendimiento de la cadena de suministro.

Hay dos formas de conocimiento, el explícito y el tácito. El primero es de suma importancia actualmente, ya que comprende tanto el conocimiento declarativo (inventarios e información de entregas) como el de procedimiento (planificación, previsión y métodos compartidos).

¿Proveedores o clientes?

En el caso de los fabricantes, el impacto del conocimiento explícito en el rendimiento varía en función de si proviene de los clientes o de los proveedores.

En general, para que el rendimiento sea bueno la inversión en inventarios ha de ser baja, ya que permite una gran eficiencia organizativa. A su vez ,la baja inversión en inventarios como el fruto previsible de los flujos de conocimiento explícito.

Pero es importante tener en cuenta que no todo el conocimiento es igual. La información más valiosa es precisa, descriptiva, oportuna y está hecha a la medida.

El conocimiento explícito de los clientes es vital para los fabricantes. Si estos buscaran datos de sus clientes internamente, serían vulnerables a la inercia, la miopía y las trampas de la división de competencias, lo que ocasionaría un aumento de la inversión en inventarios.

En cambio, recurrir al conocimiento de los clientes para comprender mejor su comportamiento e implementar programas como la reposición automática y el JIT II puede mejorar considerablemente la inversión en inventarios.

Así, las empresas de elevado rendimiento suelen mantener con sus clientes relaciones largas y estrechas que trascienden la mera logística. Además, centrarse en los clientes hace posible una orientación comercial que también puede mejorar el rendimiento.

Las ventajas de la integración

Al igual que el conocimiento explícito de los clientes, el que brinda una cadena de suministro integrada también puede ser muy beneficioso. La cadena de suministro integrada vincula a toda la tríada –proveedores, fabricantes y clientes– a la hora de intercambiar información, tomar decisiones y compartir beneficios. Se dice que las empresas que cuentan con este sistema están orientadas hacia el exterior.

Con el conocimiento de una cadena de suministro integrada, los fabricantes pueden mejorar su capacidad para resolver problemas funcionales, como una excesiva inversión en inventarios. Esta teoría está avalada por los estudios de la cadena de suministro, que señalan que una integración efectiva puede reducir la incertidumbre en toda la cadena y mejorar la eficiencia.

Sorprendentemente, el estudio no respalda tanto el impacto del conocimiento que fluye desde el proveedor al fabricante, de cuyos beneficios solo hay débiles indicios. Esto podría deberse al hecho de que la información útil sobre los pedidos de los clientes puede distorsionarse en este caso por el efecto látigo.

De todas formas, los estudios actuales sobre la cadena de suministro indican que los acuerdos de colaboración y las asociaciones a largo plazo entre fabricantes y proveedores pueden beneficiar a ambos al ayudarles a compartir visión, riesgos y recompensas.

Implicaciones para los gestores

Los directivos pueden extraer dos grandes conclusiones del estudio de Adrian Done. En primer lugar, el conocimiento explícito de una cadena de suministro integrada, es decir, el que incluye tanto el conocimiento que proviene de los proveedores como de los clientes, es la mejor vía para mejorar el rendimiento vinculado a los inventarios.

Este conocimiento parece ser el más valioso, tal vez porque reduce la incertidumbre y elimina actividades que no añaden valor gracias a una mejor coordinación de la cadena de suministro.

Además,se pone de manifiesto que el sentido del flujo del conocimiento importa, ya que el impacto del conocimiento que proviene de los clientes se vio claramente respaldado por las estadísticas, mientras que las evidencias de los beneficios del que parte de los proveedores son mucho más débiles.

Conclusión

La búsqueda de conocimiento externo explícito es vital para las empresas que quieren mejorar su rendimiento operativo. Incluso las compañías con recursos limitados pueden cosechar importantes beneficios si se centran en las alianzas con los clientes.

Para navegar por las turbulentas aguas del entorno económico actual, los fabricantes han de ser capaces de intercambiar conocimiento tanto con los proveedores como con los clientes. Así allanarán el terreno para una cadena de suministro que beneficie a todos sus integrantes.

Fuente: Adrian Done/ IESE Insight

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