miércoles, 22 de octubre de 2014

Modelos de negocio: La diferenciación y la excelencia como garantías para competir y asegurar la vida de la empresa

"Con ser excelente no basta; debemos ser únicos. Sólo aquellos modelos de negocio que consigan serlo sobrevivirán, elevándose a referente de mercado”

Modelos de negocio: La diferenciación y la excelencia como garantías para competir y asegurar la vida de la empresa.

Un referente es aquello que define y marca las reglas del juego y le otorga a aquel que lo es una ventaja competitiva natural.

Si pensamos en empresas con una capacidad superior para competir y sobrevivir, nos aparecerán aquellas que disponen de modelos de negocio únicos. En el ámbito internacional se pueden citar los ejemplos de Apple, Nespresso, Google, Amazon, Samsung, etc.

Actualmente nos enfrentamos a mercados sobre-producidos y sobre-ofertados, con menor tamaño para operar, donde coinciden un numeroso grupo de competidores en pos del mismo cliente. Mercados que se mueven más rápido y donde el factor velocidad se ha vuelto clave: Rapidez para difundir el conocimiento y rapidez para anular las ventajas competitivas del otro.

Hoy, gracias a los entornos digitales, es prácticamente imposible saturar de productos un mercado antes de que el conocimiento que los conforma llegue a todos los lugares y en consecuencia, a todos nuestros competidores. No es una cuestión de inversión, es de rapidez tecnológica.

En este sentido y en muchos casos se detecta que las empresas no saben cómo amortizar, “sólo les ha quedado el recurso de deslocalizar a países de mano de obra barata; aunque hoy ya sabemos que esto se ha convertido en un arma de doble filo, y se vuelve en contra de aquellas economías que lo han fomentado”.

El referente: La excelencia empresarial.

Los procesos de excelencia también están en revisión; ”la excelencia está al alcance de muchos, se puede comprar y ha dejado de ser un elemento diferencial”. “Ser excelente no es suficiente para asegurar la vida de nuestros negocios y competir”.

Es evidente que la gran difusión de los procesos de excelencia ha puesto en evidencia la necesidad de fomentar aquellos aspectos propios y singulares del modelo de negocio. La excelencia unificadora ha anulado la opinión propia de muchos ejecutivos y ha hecho desaparecer un factor clave diferencial: la filosofía propia en los negocios.

La filosofía no es más que el vehículo por el cual el colectivo de personas que conforman una empresa (a través de su modelo de negocio) transmiten su filtro personal, su experiencia acumulada, las ventajas competitivas culturales y autóctonas a través de un pensamiento transversal, prácticamente imposible de copiar, que en el caso de hacerlo, convierte la copia en burda por lo evidente de la misma.

Conclusión.

Por todo ello es necesario animar a las empresas a “pensar distinto”, más allá de la ortodoxia de la excelencia, a tener de nuevo pensamiento propio y autóctono en los negocios. Apliquemos de nuevo filosofía propia inigualable a todo aquello que hagamos, por encima de la propaganda metodológica...solo así sobreviviremos y brillaremos en unos mercados cada vez más saturados de oferta, pero paradójicamente cada vez más necesitados de diferenciación y de empresas que les iluminen en el camino.

Nunca olvidemos que "sólo aquellos modelos de negocio que consigan ser únicos sobrevivirán".

Fuente: Antonio Flores/ Managers Magazine.

No hay comentarios:

Publicar un comentario